
Ser un buen líder en una empresa es establecer metas, dar órdenes claras y supervisar que se lleven a cabo las tareas necesarias para alcanzarlas. Pero, ¿sabías que tu estilo de liderazgo puede afectar a la salud de tus empleados?
¿No? Pues está estadísticamente comprobado. Los empleados que sienten que su jefe los trata injustamente o no escucha sus preocupaciones tienen una probabilidad de 30 por ciento mayor de sufrir una cardiopatía, según el dato publicado por Harvard Business Review.
Saber escuchar
Y no se trata solamente de ofrecer respeto a tus subordinados, sino de prestar atención a sus ideas, mostrarles empatía y retroalimentarlos positivamente. Todo esto se reduce a esa cualidad de la comunicación que es saber escuchar.
Para una mejor gestión de talento y entender mejor las motivaciones de tus empleados, debes ponerte en su lugar y oírlos como te gustaría que te oyeran, con la intención consciente de satisfacer sus necesidades.
“Escuchar a alguien es el más profundo acto de respeto humano”, afirma William Ury, uno de los principales expertos del mundo en motivación empresarial y técnicas de negociación y mediaciónen en Estados Unidos.
Tres consejos de comunicación
Partiendo de la premisa de que escuchar a la otra persona no necesariamente significa que estés de acuerdo, aquí te damos tres consejos que mejorarán tu comunicación con tus empleados:
1. Guarda silencio y pon atención. Muéstrale a la otra persona que estás completamente concentrado en ella. Haz contacto visual y asiente en señal de aprobación conforme habla. Inclínate hacia delante ofreciéndole una postura corporal abierta.
Además, no solo te mantengas callado mientras el otro habla, sino también, internamente baja el volumen de tus propios pensamientos y enfócate en lo que el otro tiene que decir.
2. Ofrece señales de reconocimiento. Haz saber al otro que estás en sintonía con lo que te dice usando respuestas verbales y no verbales. Ejemplos verbales son frases como "Sí, ya veo..." o "Eso es interesante...". Los reconocimientos no verbales son los movimientos afirmativos con la cabeza y los ojos expresivos.
3. Incentiva la apertura y escucha reflexivamente. Anima a tu interlocutor a hablar más. Puedes exhortar a la persona a expresarse más con frases como "Continúa..." y "Dime más...”.
Asimismo, demuestra al otro que le estás entendiendo. Puedes hacerlo diciendo algo como "Lo que te escucho decir es..." y luego repitiendo la esencia del mensaje que la persona te está transmitiendo.
Si sigues estos consejos para entablar una comunicación efectiva con tus empleados, que son un activo importante de una empresa, no solo velarás por el bienestar del trabajador, sino que mejorarás los flujos de trabajo. Vale la pena intentarlo, ¿verdad?