
Un automóvil utilitario es algo más que un activo. Es una herramienta para impulsar el desarrollo, modernización y competitividad de tu empresa.
La oferta es amplia en cuanto a modelos, capacidad de carga, dimensiones, adaptaciones, tipo de combustible y rendimiento, lo que permite satisfacer tanto las necesidades de empresas de servicios (mensajería y paquetería, por ejemplo), como aquellas que requieren carga y transporte (tlapalerías, pastelerías, gaseras, tintorerías, lavanderías y firmas de mantenimiento industrial, etc).
Este tipo de vehículos dejó de ser considerado un lujo para convertirse en una herramienta de trabajo, sin la cual, es casi imposible operar.
Las cifras lo comprueban: la venta de vehículos de usos múltiples y camiones ligeros en México observa una tendencia en aumento.
En julio de 2014, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) reportó ventas por 19,842 unidades en el renglón de autos de usos múltiples y de 12,095, en camiones ligeros. Esto representa un incremento del 24% y 3.5% respecto a 2013.
Un automóvil utilitario es aquel que permite realizar de manera más efectiva, eficiente y económica las labores inherentes a una empresa. Si es esto lo que buscas, ¡adelante! Pero antes de darle el sí a una marca y modelo, debes tener claros ciertos aspectos.
La importancia de la evaluación
De inicio, se recomienda analizar el uso que le darás al vehículo, recorridos promedio, superficie sobre la cual rodarás, tipo de combustible (gasolina manga / premium o diesel), rendimiento por litro y, por supuesto, el tema del leasing o financiamiento.
El factor que más pesa es, evidentemente, el de consumo de combustible.
El otro aspecto que hay que analizar es el costo total de propiedad, el cual está conformado por varios aspectos, como costo de mantenimiento, renovación de seguro y pago de tenencia.
Obviamente hay otros temas a evaluar, como las adaptaciones al vehículo, por ejemplo, cajas refrigeradas o secas, aditamentos especiales en el chasís o cualquier otra modificación en la carrocería.
La mayoría de los gerentes de concesionarios aconsejan recibir un vehículo “llave en mano”, que incluya las adaptaciones necesarias realizadas por socios comerciales de la marca seleccionada.
Modificarlo te hace perder la garantía y perjudica la vida útil del vehículo. Por eso, exige que te entreguen la unidad con las adaptaciones para tu negocio, sea una tintorería, una repartidora de alimentos o una empresa que da mantenimiento a domicilio.
Hay marcas que prefieren enfocarse en su core business y mantenerse al margen de los trabajos de modificación automotriz.
De ahí que antes de optar por alguna marca, no olvides analizar varias opciones, hacer una prueba de manejo y analizar a detalle el contrato de compra-venta.
¿Vale realmente la pena comprarlo?
Además de la opción de comprar el vehículo, ya sea bajo un esquema de crédito o mediante una transacción de contado, existe una tercera alternativa para hacerse de un auto.
Se trata del arrendamiento puro o leasing, que ofrece ventajas fiscales, financieras y operativas, que constituyen un poderoso imán para las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que desean deducibilidad, reducir sus costos y gastos, así como apuntalar su productividad.
Esta modalidad se entiende como el goce temporal de un bien sin adquirir el título de propiedad, lo cual reporta ciertos beneficios de tipo financiero que seguro te interesarán.
Por ejemplo, permite conservar intacto el flujo de caja, respetar el capital de trabajo y liberar líneas de crédito, al tiempo que brinda acceso a un auto nuevo, disponibilidad inmediata del bien y la opción de renovarlo al término del contrato, explica la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras de Arrendamiento Crédito y Factoraje (Amsofac).
Principales Ventajas
Los empresarios de menor tamaño no se descapitalizan, ni tienen que registrar una deuda que puede alterar sus estados financieros.
Además, disponen del uso inmediato del bien, cuyo mantenimiento y garantías corren a cargo de la arrendadora.
Aun así, se trata de un esquema que en México tiene diversas áreas de oportunidad y requiere un trabajo de evangelización, para comprender que el beneficio está en el uso y goce de los bienes, y no en el título de propiedad.
Si pese a ello prefieres comprar, asegúrate de conocer los planes de crédito.
Pide una cita con un asesor y solicita que te explique temas como la tasa de interés (si es fija o variable), penalizaciones por pagos anticipados, descuentos por compra de flotillas, pagos extraordinarios, monto de los seguros y costo de servicio o refacciones.
También pide que te aclare temas de rendimiento de combustible y especificaciones técnicas.
Una decisión informada es el mejor camino para evitar tropiezos.
En el control de combustible y control de flotillas, toda precaución es poca.
Por eso Edenred colabora con muchas empresas con sus soluciones de tarjetas de gasolina y vales de gasolina para el control de flotas de vehículos y la administración de la cadena de suministro.